Había comido en varios restaurantes orientales y tailandeses de la capital y me habían gustado mucho, pero era la primera vez que lo hacía en uno auténticamente japonés. He estado con un grupo de amigas mesacamilleras que solemos reunirnos una vez al mes, para salir a disfrutar de la buena gastronomía de la capital, que es muy rica y variada. La experiencia ha sido buena. En general me ha gustado lo que he comido, aunque reconozco que, al ser la primera vez, he empezado con una cierta desconfianza que poco a poco se ha ido convirtiendo en relajada aceptación. Como alguna de las presentes era asidua a este tipo de restaurantes, la verdad es que me he dejado aconsejar y creo que he acertado en la elección. En un principio, mi opción fue elegir un menú que no llevara nada crudo, pero luego pensé que nunca podría opinar, si no intentaba conocer la cocina japonesa, y por fin, dejándome aconsejar como os he dicho anteriormente, elegí un menú degustación original. No se como serán otros restaurantes japoneses, pero de éste puedo decir que la comida no me ha defraudado; ha sido buena y abundante, aunque demasiado rápida; se nos juntaban unos platos con otros y en algunos momentos la mesa era un caos. El servicio me ha parecido simple, seco y sin demasiado entusiasmo (quizá el problema era la falta de comprensión de nuestro idioma o la timidez de las camareras japonesas) y cuando traían los diferentes platos de los comensales, unas veces los colocaban correctamente en su sitio, pero otras, los dejaban para pasarlos de unas a otras (no muy profesional para este restaurante según mi opinión). En cuanto al precio es un restaurante asequible. Tiene una amplia carta, diferentes menús degustación y cuatro menús del día, con cuatro o cinco platos que sales a 12-15 euros, incluyendo la bebida y el postre. Si pides por carta esos mismos platos, te sale bastante más caro. En definitiva, el restaurante está bien decorado, la comida está buena y el precio es barato (he tomado un menú ejecutivo), pero no es uno de mis sitios favoritos para recomendar. Creo que lo mío no son los restaurantes japoneses, aunque me alegro de haberlo conocido.
Os dejo dos fotos panorámicas: una del restaurante, con dos de los platos degustados y el postre. También venía en el menú una tempura de verduras y buey teriyaki con guarnición de arroz. La otra foto es la nuestra, a la salida del restaurante. Las fotos las hizo nuestra querida amiga Mami, que es toda una profesional; por no variar mi cámara se quedó sin pilas.
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