Esta tarta la hice por mi cumpleaños para unas amigas que vinieron a merendar a casa. Quedó francamente buenísima y no es raro, ya que todos los ingredientes que lleva son ricos y gustan a casi todo el mundo. El fallo fué que, con los elogios y la emoción del momento en que la saqué a la mesa, se me olvidó totalmente hacer foto del corte y me da mucha rabia porque mi amiga Nuska del blog Nuskocina me lo tirará en cara. Lo siento, pido disculpas y prometo volver a hacerla para sacar la foto de ese corte que estaba realmente bonito a rayas.
Ingredientes
1 kg de fresas
1 nata asturiana de litro
1 tableta grande de chocolate blanco del Lidl
1 paquete de tres bases de bizcocho redondas
azucar
agua
1/2 vaso de vainilla líquida
12 hojas de gelatina
1 sobre de chocolate negro de cobertura de Lidl
1 sobre de chocolate blanco de cobertura Lidl
Modo de hacer
Lavamos las fresas, partimos 1/2 kg aproximadamente y las ponemos en un bol con mucha azucar; reservamos unas horas para que suelten muy bien su jugo, porque más tarde lo utilizaremos para hacer el almibar añadiendo, a ese jugo de fresas, medio vaso de agua y medio vaso de vainilla líquida. Ponemos la primera base de bizcocho en un molde redondo desmontable y mojamos con el almibar que tenemos hecho. En una cazuela al fuego, ponemos un poquito de agua y deshacemos el chocolate blanco, añadimos la mitad de la nata, un poco de azucar y removemos bien hasta que espese. En un poco de leche caliente o nata deshacemos 6 hojas de gelatina y se lo añadimos a la crema de chocolate blanco. Con una cuchara echamos la crema sobre la primera base del bizcocho en el molde y metemos en la nevera. Mientras, en el vaso de la batidora trituramos el otro 1/2 kg de fresas con el resto de la nata y el azucar. Añadimos las restantes hojas de gelatina disueltas en un poco de leche caliente y reservamos. Sacamos la tarta de la nevera y colocamos la segunda base de bizcocho que mojaremos muy bien con el almibar de fresas y añadimos la crema de fresas. Volvemos a meter en la nevera un par de horas hasta que tome consistencia y, entonces, colocamos la tercera base de bizcocho igualmente rociada con almibar. Decoramos la tarta con las fresas partidas que teníamos en el almibar y con el chocolate blanco y negro de cobertura. Yo lo compro en Lidl cuando lo ponen en oferta, porque no siempre lo tienen. Me gusta porque viene en sobres para meter al microondas, adornar y rápidamente, al contacto con el aire, se queda como cobertura. Cuando se desmolda la tarta, con una espátula alisamos bien los restos de los laterales. Luego con papel de horno cortado a la altura y diámetro de la tarta, ponemos el chocolate y colocamos sobre la tarta. Dejamos endurecer bien y retiramos el papel. Quedará pegado a la tarta en forma de rejilla como se ve en la foto. Parece una tarta complicada, pero es muy sencilla de hacer y está riquísima.
¡Os animo a probarla y luego me contáis!
2 comentarios:
una tarta muy rica y la presentacion muy original, acabo de conocerte y me quedo por aqui, un besito
No me estraña que no te diera tiempo a hacer la foto del corte, porque con lo bonita que te ha quedado se la comerian en un santiamen.
Riquisima!!!!
Besitos
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