POLLO SENTADO

Esta receta ya es un clásico, principalmente porque es facilísima de hacer, rápida de preparar y el animal queda para chuparse los dedos. La verdad es que da un poco de pena ver al pollo ahí sentadito y tan quietito, pero cuando está listo y se prueba se olvida una de la posición tan humillante para el pollo a la que le hemos sometido. Compré un pollo entero y me lo limpiaron bien por dentro. Ya en casa, lo lavé y lo sequé con papel de cocina. Lo salpimenté por dentro, lo rocié con vino moriles, le puse medio limón y tres dientes de ajo enteros y lo coloqué sentadito en su trono. El trono me lo regaló mi amiga Souffle en navidades. En la base del trono eché un vaso de vino moriles y piqué unas patatas. El pollo lo pinté por fuera con aceite, orégano y mostaza. Una vez listo fué al horno a 200º durante 1 hora y media (el pollo era grandecito). Quedó riquísimo y los defensores de los animales en mi casa, que les había dado tanta pena el pollo sentadito, claudicaron y se lo comieron entero.