
Unos los rellené de atún con tomate, otros de queso de cabra y dátil y otros de salchicha Francfurt. Cuando los saqué del horno tan calentitos y tan monos, los coloqué en esa bandeja de cartón con blonda para hacer por la tarde una meriendita con mis hijas y yo no cenar más que una fruta. No ha sido posible, porque según han llegado mis niñas de clase han empezado con ellos; yo, al ver que no paraban uno tras otro, me he empezado a poner ansiosa, nerviosa y acelerada. He dejado la comida a medias y me he lanzado también a por ellos; no podeis imaginar que terna taurina..., estábamos todas al quite y por fin, la estocada ha sido certera y definitiva.
Como me he quedado tan feliz y satisfecha, para rematar el día, esta tarde he hecho (con la ayuda de mi hija mayor) Panna Cotta y una tarta a los trés chocolates (el domingo pongo la foto). Mañana vienen un grupo de amigos nuestros de Salamanca a pasar el fin de semana y lo tomaremos de postre. Ya os contaré esta Kdda con todos mis paisanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario