El sábado 5 de abril hemos tenido en Madrid una Kdda los amigos de la Rad (Salamanca). Era una Kdda muy esperada, porque llevábamos tres años sin poder coincidir en una fecha que viniera bien a todos y por fin se consiguió. Ellos salieron de Salamanca a las 9h con dirección al mercadillo de Majadahonda. Querían hacerse una pasadita por eso de ver algún chollito de los que todo el mundo habla. Compraron alguna planta y un par de americanas, se pasearon un ratito por allí y se vinieron a Madrid. Una vez dejadas las cosas en el hotel, se vinieron hacia el punto de encuentro que era nuestra cafeteria, lugar donde íbamos a comer; habíamos quedado a las 14.30 y la verdad es que fuimos todos muy puntuales. Una vez hechos los saludos de rigor, tomarnos las primeras cervecitas con sus respectivas tapitas (tortilla, crujiente de pasta brick de jamón y queso, patatas, aceitunas, canapés, etc..) y después de charlar y reir mucho, nos bajamos al restaurante a comer.


Después dos fuentes de gambas de Huelva a la plancha. Tampoco hice foto. Para terminar comimos un arroz con carabineros que estaba de muerte. El caso es que ya estábamos un poco llenos, pero nos lo comimos todo, no había estomago, ni boca que se resistiera ante una maravilla de arroz como éste.
De postre tomamos tarta a los tres chocolates y mango aliñado con caramelo y acompañado de Panna Cotta (recetillas de Cova y Tubal respectivamente). La tarta la hicimos mi hija mayor y yo la tarde del viernes y todo el proceso fue fenomenal, pero cuando la desmoldé en el restaurante, el color del chocolate negro y del chocolate con leche me quedaron parecidos y se distinguian poco. La proxima vez le echaré menos nata.
Las fotos no son muy buenas; me pasó otra vez lo mismo, que me di cuenta de la cámara cuando ya la había servido en los platos. Del mango tampoco hice, pero os enseño una foto de otro día que lo hice en casa. Era igual.
Fue una comida de lo más amena y divertida. Nos reimos muchísimo recordando nuestras cosas, y nuestros mariditos, aunque en la foto no lo parezca, se lo pasaron también muy bien. Estaban pasando el mal ratillo de la siesta.
Salimos a las dos de la madrugada y ya el estomago pedía algo. Como era tarde compramos unos bocatines al lado del teatro que se comieron de camino a Mazarino Bar, donde estuvimos tomando unas copitas acompañadas de buen embutido, queso, almendras, aceitunas, profiteroles y bombones (gentileza de la casa) hasta casi las cuatro de la mañana. Antes de la despedida, quedamos para el día después en la Plaza de Chueca, para tomar el aperitivo por allí.

Chicas, el trozo que esta encima ha sido mi aperitivo de media-mañana (ja,ja,ja) me ha sabido a gloria. ¿Congelarlo? Quién dijo eso... No creo que haga falta. Con estas boquitas de oro que tenemos en mi casa, volará antes de que nos demos cuenta. No me va a quedar más remedio que ir a Salamanca pronto...
¡Qué buen fin de semana he pasado con mis amigos salmantinos! Tenemos que repetirlo más a menudo, que nos sienta muy bien.






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