
Os dejo foto del antes y el después. No es necesario pincelar con huevo, porque queda doradito el hojaldre igualmente.
Amante de mi familia, mis amigos, mi Salamanca, los fogones, la buena mesa, un buen libro y sobre todo escribir. Escribir todo lo que me dicta el corazón; por eso, nunca he dejado de hacerlo desde que aprendí a la edad de tres años.
Los fondos no son fáciles de encontrar, los tienen en las tiendas de productos congelados. Yo voy al mercado de Chamartín a comprarlos, porque es en el único sitio que los encuentro siempre.